¿Vale la pena comprar una memoria USB 3.1?
¿Vale la pena comprar una memoria USB 3.1?
La industria tecnológica, los entusiastas y los blogs especializados suelen afirmar que sí vale la pena comprar una memoria USB 3.1. Al fin y al cabo, necesitan contenido nuevo sobre el cual escribir y enlaces para generar ingresos de afiliados. Pero la verdadera pregunta es: ¿ofrecen estos blogs información realmente útil antes de que gastes tu dinero?
Veamos comparaciones de velocidad entre una memoria USB 3.0 y una 3.1 para entender mejor.
Especificaciones de velocidad
La interfaz USB 3.1 promete una tasa máxima teórica de 1,250 MB/s, mientras que USB 3.0 se limita a 625 MB/s. Sin embargo, estos son valores ideales, alcanzables solo bajo condiciones perfectas: ancho de banda disponible, controlador capaz y memoria NAND de alto rendimiento.
En la práctica, los factores físicos y el tipo de memoria influyen mucho. La mayoría de memorias USB utilizan NAND tipo MLC, más lenta que la SLC, pero más asequible para producción masiva.
Pruebas de velocidad
Un software de evaluación de rendimiento mostró los siguientes resultados:
- USB 3.0: 67 MB/s en ráfaga, 59 MB/s sostenido
- USB 3.1: 244 MB/s en ráfaga, 151 MB/s sostenido
Pruebas del mundo real
Al copiar 45 GB de datos en una memoria de 64 GB, los resultados cambiaron radicalmente:
- USB 3.0: velocidad sostenida cercana a 68 MB/s
- USB 3.1: velocidad inicial de más de 200 MB/s que cayó hasta un promedio de solo 18 MB/s
El descenso se atribuye al sobrecalentamiento del controlador USB, que reduce la velocidad para evitar daños. Esto demuestra que las pruebas teóricas o de laboratorio no siempre reflejan el rendimiento real.
Conclusión
La respuesta a si vale la pena comprar una memoria USB 3.1 depende del uso previsto y de la calidad del dispositivo. Para copias rápidas de archivos pequeños, el rendimiento inicial puede ser ventajoso. Pero en transferencias largas, muchas memorias USB 3.1 de bajo costo muestran caídas drásticas de velocidad.
Si una empresa planea compras masivas, debería evaluar cuidadosamente los modelos disponibles y, en muchos casos, utilizar un duplicador de memorias USB para validar rendimiento y fiabilidad antes de la implementación.